Manuel Borja-Villel no Museo Reina Sofia. Algumas pistas de uma história (d'arte) muito equívoca
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"Aprobación unánime en el sector del arte" - in abc, 23 Dez.
No por esperado y previsible, ha quedado deslucido el nombramiento de
Borja-Villel, muy aplaudido por todo el mundo del arte.
El director del
Prado, Miguel Zugaza, cree que es «la elección ideal. Estaba en todas
las quinielas, es cierto, pero es que ha sido un candidato muy fuerte.
Es uno de los grandes profesionales del sector, y no sólo a nivel
español, porque su prestigio se reconoce a nivel europeo e
internacional. Realmente, me parece una suerte para la institución. He
tenido la oportunidad de verle trabajar en el CARS, cuando él estaba en
la Fundación Tàpies, y de aquella experiencia recuerdo que Borja-Villel
conoce perfectamente el Museo Reina Sofía y sus problemas, así como su
dimensión y sus posibilidades. Es una noticia para felicitar al
Patronato y al Ministerio sin ambages».
...
"Tomás Llorens, que al igual que María Corral dirigió el CARS, apunta que Borja-Villel «tiene
un buen currículum, muy adecuado para ese puesto, y una gran capacidad
para ocuparlo. Los anteriores directores de este museo han tenido una
presión constante de las galerías. Con Borja-Villel ese problema se va
a amortiguar mucho, porque lo perciben como alguien más sensible a las
corrientes del arte contemporáneo, que defienden las galerías. También
necesitaba el director del Reina un apoyo fuerte por parte del Gobierno
y contar con la misma capacidad del Prado, por ejemplo, para la
contratación de personal. Borja-Villel tiene una gran sensibilidad para
la historia del arte moderno y una destacada preparación teórica».
...
Guillermo
Solana, conservador jefe del Museo Thyssen, afirma que no ha
sorprendido su elección, porque se presentía, pero se muestra «enormemente
satisfecho. Es el mejor candidato posible y le deseo la mejor suerte
del mundo. Tiene por delante un reto tanto interno como externo. Debe
devolver al equipo del museo la unidad, poner orden en esa casa.
También dar la impresión de que cuenta con una programación coherente.
Borja-Villel tiene autoridad suficiente y las ideas claras para que el
despegue del Reina Sofía sea muy rápido, porque el museo tiene un
enorme potencial con la ampliación, su colección, los recursos... Basta
con no seguir una línea errática, mirar a tu equipo con seguridad,
actuar sin histerias, ni nervios. Él, además, estabilizó un MACBA con
una historia también muy compleja, con altibajos, e infundió confianza
al Patronato. El desafío que se le presenta en el CARS es de una
envergadura enorme, pero este museo cuenta con unos inmensos recursos
dormidos. El potencial de su ampliación, por ejemplo, no está
explotado».
in abc - ver e-norte.org (depoimentos de alguimas pessoas com responsabilidades)
2 . Aquele que terá sido o homem sombra da anterior direcção (e não só) não esconde o seu desagrado...
ANÁLISIS: Nueva etapa para el museo
Lo obvio y lo obtuso
Francisco Calvo Serraller 23/12/2007
"Admiróse un portugués" -escribió Moratín en un célebre epigrama- "que todos los niños en Francia supiesen hablar francés...". No se me ocurre mejor comienzo para comentar el nombramiento de Manuel Borja-Villel como director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), porque, en efecto, la anterior titular del Ministerio de Cultura del mismo Gobierno socialista de Zapatero, Carmen Calvo, no sin proclamarlo, ofreció el cargo al susodicho, una vez que declinó la oferta el otro dios mediático: Vicente Todolí, aunque en ambos casos con resultado negativo. No obstante, por si hubiera alguna duda al respecto, en las 420 entrevistas que, durante el ya declinante año de 2007, ha concedido Manuel Borja-Villel, mucho antes, antes, durante y después de la dimisión de Ana Martínez de Aguilar, no se ha cansado de proclamar que él asumiría encantado la dirección del MNCARS. En realidad, teniendo en cuenta que los medios de difusión de masas, los "enterados del arte", los "listos" y hasta los "tontos", hablaban, desde hace un año, de que Borja-Villel debería ser el director del MNCARS, cabe suponer que todos lo sabían salvo los expertos del Ministerio de Cultura, que han tenido a bien formar una comisión para averiguarlo aunque al alto precio de haber dejado el Reina Sofía varios meses descabezado.
Distingamos, en todo caso, los dos aspectos del asunto. El primero: la idoneidad del nuevo candidato, un reputado profesional cuya calidad, por el momento, sólo discuten los esquimales. El segundo: el follón organizado por los políticos que quizá desean ser más protagonistas en el arte que los propios artistas y que han armado un lío procedimental enorme para llegar a la conclusión de todo el resto de los mortales.
¿Ahí acaba todo? Pues no; porque hay daños permanentes y colaterales. Entre los primeros está el de haber generado la sospecha acerca de quiénes han ocupado y cómo antes la dirección del MNCARS durante la época democrática -gentes tan sospechosas e incompetentes como Carmen Giménez, Tomás Llorens, María Corral, José Guirao, Juan Manuel Bonet y Ana Martínez de Aguilar-, todos nombrados -hay que suponerlo- por ser respectivamente los "primos" de los correspondientes ministros. Mientras que, entre los daños colaterales, nos asedian el sospechar el porqué no son nombrados con "buenas prácticas" los restantes directores de los museos nacionales, los demás altos cargos del Ministerio de Cultura y hasta el propio ministro. ¿O es que, acaso, ellos tienen bula "antidemocrática"?
De manera que bienvenido sea el muy reputado y solvente nuevo director del MNCARS, pero malhalladas sean todas las malas prácticas que el actual Ministerio ha perpetrado para este nombramiento, y, lo que es peor, ha dejado como pésima herencia para que otros, esperemos, resuelvan. Entre los puntos oscuros está el de la pérdida de la autonomía del director del MNCARS, que, dejando su condición de director general para ser nombrado como ejecutivo de alta dirección, verá aumentado sus emolumentos personales a costa de ceder su credencial administrativo. ¿O no? Y si es no, debe sernos explicado cómo, porque cabe suponer que con esta decisión volvemos a la etapa de sumisión de un museo nacional al ministerio como en la época de Franco, que felizmente interrumpió un ministro socialista, llamado Javier Solana."
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3. O próprio enuncia alguns propósitos para "desconstruir" um museu obsecado pelos "nomes próprios" (i.e. os artistas), onde se mostra demasiada pintura (en la actualidad aún está pensado "en clave pictórica"). É isso que tem o tal apoio unânime?
"Manuel J. Borja-Villel apuesta por "repensar" el Museo Reina Sofía" (EFE), "rueda de prensa" de 24 Dez., extractos
Para Borja-Villel, "la actual colección del Reina Sofía peca de ser canónica, una visión homogénea, lineal, donde el arte español sólo refleja cierta idea, la obsesión por los nombres propios como Picasso, Juan Gris o Guerrero".
Ante esta situación, Borja-Villel ha propuesto como idea "reordenar el museo en función de tres líneas de fuerza: vanguardias históricas de los años 10 y 20, la crisis de los años 60 y 70, y la actualidad".
"Esto, contemplando los años 40-50 como un momento histórico que tiene sentido propio y respetando las individualidades que tienen su propio mundo, como Isidoro Valcárcel", ha matizado Borja Villel para quien además "hay que tener en cuenta el momento de la Guerra Civil, cuando se abre el debate sobre el arte popular".
Borja-Villel ha desvelado que su idea "es crear una colección como si fuera una cosmología, con muchas líneas interactuando al mismo tiempo, lo opuesto a la composición lineal que hay ahora, que se sigue hablando de pinacoteca, pensando sólo en pintura, cuando si estamos hablando de vanguardia hay que hablar de cine, de Buñuel, y también de fotografía".
La colección peca, según su parecer, de canónica. "Se debe reordenar. No refleja la diversidad del territorio". Otro problema es conceptual: "Se debe pensar qué obra se selecciona de cada pintor. Por ejemplo, de Tàpies interesan sus cuadros históricos, los de la bienal Hispanoamericana o los de la bienal de Venecia, aquellos que tanto han influido en otros pintores". Al ser un museo moderno y contemporáneo, el cine y la fotografía deberían adquirir mayor importancia, mientras que en la actualidad aún está pensado "en clave pictórica". En este apartado, ayer destacó los tres periodos que deberían ser clave para el centro: la vanguardia de los años 20, la crisis de los 60-70 y el periodo actual.
La distribución de los espacios es otro tema a resolver. "Faltan aperturas. Todo es lo mismo. No hay una jerarquía. El recorrido no es el idóneo. Las fases de contemplación, paseo y discusión están ausentes".
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